Este martes 29/12, justo el día en que el Congreso trata la ley del aborto y el aguillotinamiento de los jubilados, momentos crueles de coincidencia, el Gobierno distribuye $ 1.000 millones a las obras sociales de la CGT llegando a $ 24.000 millones en este año, debido al “malestar” con la central obrera.
Ellos amenazan con paros, huelgas, concentraciones, escraches, disturbios y ¡¡votos!!, los jubilados, no. Las abortistas lloran plañideras y ruegan por la matanza, ellos esperan la ejecución sin defensa alguna
Una sincronía perfecta de
laburantes, desahuciados y fetos, digna de un gobierno populista que cierra el año con
un telón de sedas y telarañas, promesas y mentiras, continuas contradicciones,
que ya se tornan naturales como el pan de cada día, y licencia para matar.