martes, 22 de diciembre de 2020

JESÚS NACIÓ

Con motivo de su mensaje por la Navidad, la Conferencia Episcopal Argentina criticó duramente al Gobierno nacional por haber enviado al Congreso el proyecto de legalización del aborto. 

Rescato dos párrafos que considero justos y oportunos, dada la coincidencia de la presentación del proyecto con la fecha del festejo cristiano por el nacimiento de Jesús.

Esta Navidad nos encuentra en un momento histórico donde necesitamos una ardua reconstrucción: de las fuentes de trabajo, de la educación, de las instituciones, de los lazos fraternos. Muchas cosas se han roto y necesitan ser sanadas. Es momento de agradecer al pueblo argentino su paciencia, su cooperación, su resistencia.

Sin embargo, en estas últimas semanas el panorama se ha ennegrecido: la opción política pasó a ser una incomprensible urgencia, una febril obsesión por instaurar el aborto en la Argentina, como si tuviera algo que ver con los padecimientos, los temores y las preocupaciones de la mayor parte de los argentinos. Otra cosa sería defender los derechos humanos de los débiles de tal manera que no se los neguemos aunque no hayan nacido.

Con todos los filtros y controles que debe pasar un proyecto de ley de gran importancia, incluso por el momento oportuno de su presentación, no es posible descartar la existencia de un propósito deliberado e intencional destinado a la división de la sociedad, ya soliviantada por la dura controversia provocada en la  discusión parlamentaria y en los medios radiales y de TV. 

Ni el respeto a la Paz Navideña se puede esperar en estos aciagos días que corren desde el 10 de diciembre de 2019.


 


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