domingo, 3 de enero de 2021

UN CASO ALARMANTE

 Alberto Fernández les garantizó a los jubilados que el Estado buscará mejorar su situación previsional, con la implementación de la nueva fórmula de movilidad, en un acto que compartió con Raverta y Kicillof. 

Parece olvidar que durante su publicidad electoral a la presidencia, y el mismo día de su asunción, manifestó que su primera medida de gobierno sería a favor de los jubilados con un 20% de aumento. Nada de eso se vio, por el contrario, en marzo del siguiente año ajustó sus haberes cancelando ilegalmente la movilidad de que gozaban y un año después vuelve al reajuste con nuevo coeficiente de movilidad deficitario. 

Junto a la directora de Anses y el gobernador bonaerense promulgó la ley de movilidad aprobada por el Congreso, destacando erróneamente que el primer decreto del 2021 (que es ley) es para los jubilados, en el marco de la impronta de su Gobierno de "prestarle atención a los que más necesitan 

"Nadie puede estar tranquilo sabiendo que el 44 por ciento de los argentinos está en la pobreza, y con el nuevo slogan populista afirmó que el "Estado está para ordenar porque el mercado desordena" 

Sin ningún ánimo ofensivo y respetando su investidura debemos suponer que el presidente no está en sus cabales, porque las contradicciones en que incurre son alarmantes y esto que estamos relatando, oficialmente publicado, resulta ser el colmo de la hipocresía que nunca se ha visto en la política argentina. Basta leerlo para comprender que se ha llegado a un estado de confusión sin precedentes. y que se hace necesario atreverse a decirlo sin temor para que la ciudadanía comprenda el grave peligro institucional que amenaza al país.