Quiero hacer la presentación de la distinguida Diana Cohen Agrest filósofa argentina recibida en la Universidad de Buenos Aires, cuyos ensayos, artículos y conferencias sobre la justicia, en especial sobre el derecho penal son públicamente conocidas. A pesar de no ser abogada, su versación acerca de esta rama de la justicia es notable. Es miembro además de la Usina de Justicia, una organización creada a su sugerencia, por un grupo que combate a la delincuencia y a las teorías garantistas del nuevo proyecto de Código Penal, redactado por Zaffaroni.. Al igual que Marine Le Pen, Diana aboga por la severidad de las penas y por su estricto cumplimiento.Es contraria a la libertad incondicional desmedida y a la relativización de la reincidencia. Rechaza las ideas populistas de colocar al delincuente como víctima de la sociedad y a la víctima como culpable. Paladín de que los derechos humanos sean aplicados para todos y no en forma selectiva como lo hace el Gobierno desde su instalación en el poder.
He leído su último artículo “Confundir Victimas con Victimarios” que discurre sobre el atentado musulmán en Paris que viene a ser la contracara de la opinión vertida por la escritora argentina Ivonne Bordelois, que termino de mencionar en mi blog, bajo el título de “Una Mirada Torcida” Esta última también se recibió en la Universidad de Buenos Aires
Con respecto al citado atentado criminal de los fundamentalistas musulmanes, el comunicado de la Cancillería argentina expresaba sus condolencias en estos términos:
“La Argentina reitera su inalterable compromiso con la paz y la lucha contra el terrorismo en todas sus formas, así como la voluntad y decisión políticas de continuar fortaleciendo los mecanismos de cooperación internacional, observando las leyes y respetando los derechos humanos, como el único camino de las sociedades democráticas para afrontar este flagelo". La opinión de Diana sobre el mismo:
“Habida cuenta de que ese lacónico mensaje sintetiza y representa la posición argentina en uno de los eventos más significativos de la escalada terrorista, y dada su equivocidad expresiva, es lógico interrogarnos: ¿los derechos humanos de quiénes deben ser respetados por las sociedades democráticas? Esa distinción incluye a nuestro país en la constelación de regímenes democráticos, pero a la vez lo excluye con esa expresión tan equívoca.”
Como decíamos en la presentación, Diana se pregunta ¿los derechos humanos de quiénes?, teniendo seguro en su mente a las víctimas del terrorismo montonero.
Responde a esta pregunta citando a la pseudo periodista Florencia Sintout, a la cual me referí en mi blog “El Periodismo Kirchnerista. Dice:
“La respuesta a ese interrogante fue revelado por las palabras de otra vocera del Gobierno, la concejala y decana de la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Plata, quien laureó a Hugo Chávez con un premio a la libertad de expresión y le concedió la participación en un evento académico al asesino de Cabezas. En un controvertido tuit sobre uno de los ataques más aberrantes a la libertad de prensa de la cual, desde su jerarquía académica misma, no debería claudicar, Florencia Saintout concluyó una obviedad: "El terrorismo sólo se combate con paz", coronado este pacifismo por un sospechoso cinismo, cuando afirmó: "Los crímenes jamás tienen justificaciones, pero sí tienen contextos"
“Hoy como ayer, se nos pretende convencer de que hay crímenes de segunda y crímenes de primera, víctimas de segunda y víctimas de primera. Así, silenciamos a las víctimas de la delincuencia de hoy mientras premiamos con la impunidad a las presuntas víctimas de ayer, los militantes de esa glorificada juventud idealista que secuestraron y mataron desde mucho antes de que irrumpiera la dictadura.”
“Las palabras de Saintout, el inocuo comunicado de la Cancillería, la desautorización a que Timerman asistiera al acto en París, al que había sido oficialmente invitado, y las omisiones del gobierno argentino replican a nivel internacional esa inversión local entre la víctima y el victimario: la misma matriz ideológica construida con una gigantesca máquina de propaganda que instrumentó un nuevo imaginario colectivo y mecanismos legales recientemente consagrados: el Código Civil y Comercial, el Código Procesal Penal y un sinnúmero de leyes con impronta clientelar o que, lisa y llanamente, garantizan la autoimpunidad.”
Son dos profesionales argentinas, recibidas en la misma Universidad, que viven en el país, que demuestran cabalmente su alto grado de preparación humanística y que difieren totalmente de opinión acerca de un tema grave, complejo y de incierta definición. Tratándose de mujeres es probable que incida naturalmente en ellas la emoción´y los sentimientos, como puede deducirse de la vehemencia de algunas frases, pero debemos admitir la fuerza de los argumentos expuestos, la inteligente hilvanación de los mismos y el valor de difundirlos sin temor y sin prejuicios.
Surge de la lectura de estos artículos que mi posición es coincidente con las de Alesia Miguens y Diana Cohen Agrest, lo que no obsta para admitir diferentes conceptos y forma de ver las cosas que es el basamento de la libertad de expresión
Pongamos nuestras páginas en los atriles y discutamos cada uno con respeto y buenos argumentos nuestros disímiles pensamientos, de ahí saldrá la luz.
Aclaro que el título del blog obedece al hecho de que Ivonne y Diana pueden correr juntas en su vida, pero las paralelas nunca se tocan.