Salvo el último año y en lo que va del actual, la prensa se ha manifestado sumamente cautelosa en la publicación de noticias y comentarios que podían molestar al gobierno. La aducida cautela ha sido motivada por el temor a reacciones vengativas, propias del Poder Ejecutivo, como el recorte de la publicidad paga, pero que ha llegado en muchos casos a las agresiones y amenazas a los periodistas de sus columnas. Por dicha razón una gran cantidad de cartas de lectores fueron censuradas por el filtro editorial de los diarios conculcando, en beneficio del gobierno, la libertad de expresión de los ciudadanos. También hemos visto la innecesaria difusión de opiniones agraviantes de personajes oficialistas caracterizados por su incultura, como las de Hebe de Bonafini, las de D´Elía, de Maradona, de Esteche y otros, en varias oportunidades con grandes titulares.
Como aclarábamos al inicio de la nota, se ha producido un giro, en especial luego de la trágica muerte del fiscal Alberto Nisman, que abre un panorama más optimista sobre el comportamiento de los medios.
Todavía la prensa está en deuda con mucho sectores de la sociedad. Citemos como ejemplo los productores del campo, Anses y los jubilados, y el narcotráfico.
Sobre estos dos últimos tópicos hemos enviado innumerable cantidad de correspondencia basada en los artículos que figuran en este blog, donde se enuncian razones valederas que justifican, por lo menos, una publicación. Son causas y asuntos muy graves que los hemos sintetizado adaptándonos a las medidas exigidas por el periódico, cuidando un respetuoso lenguaje y correcta redacción, pero no han sido publicadas. Llenaban un vacío descuidado por los medios. En una de las cartas exigíamos la intervención de Anses con una explicación detallada de las pruebas que justificaban el pedido. En ella
sugeríamos una investigación periodística, dado que nada se puede esperar de una oficial.
En lo tocante al narcotráfico, nuestra opinión contenía graves acusaciones a estamentos del gobierno y formulábamos preguntas de fuerte contenido para que fueran respondidas por funcionarios del Poder Ejecutivo considerados directos responsables del terrible flagelo. Todo demostrado a carta cabal y en forma respetuosa, pero indudablemente molesta para el gobierno, no se publicó.
Pasamos ahora al campo, donde es archiconocida la postura de resentimiento, venganza, acoso y hostigamiento del kirchnerismo, en especial en la figura de la Presidente, cuyos productores son considerados oligarcas y castigados con una presión impositiva que se lleva más de la mitad de la producción, cuando es la real economía que mantiene al país.
¿Sabemos la verdad de esta ruinosa y siniestra política, a través del periodismo? Lamentablemente la respuesta es negativa. Con el corto pero contundente artículo publicado en El Tiempo por el Presidente de la Sociedad Rural Argentina Luis Miguel Etchevehere podemos conocer parte de este drama que vive el campo, injustificadamente. Además, habla claramente de la hipocresía, la mentira y el agravio que les infiere la Presidente desde la China. Lean estas duras palabras que por los prestigiosos periódicos argentinos jamás la van a ver publicadas.
"La presidenta Cristina Fernández de Kirchner elogió al campo. No salimos de nuestro asombro. Sucedió al otro lado del mundo, en China, adonde año a año llega el 80% de las exportaciones argentinas de soja. La misma soja que aquí es vapuleada, que paga el 35% de su precio sólo por retenciones y que es producida por hombres y mujeres a los que el Banco Nación les cortó el crédito.
“La Argentina puede producir alimentos para más de 400 millones de personas”, destacó la Presidenta, al tiempo que señaló que “la capacidad de nuestros productores es reconocida en el mundo entero”.
¿Les miente a los chinos o nos miente a nosotros? ¿Cómo puede elogiar en ese país lo que acá desprecia? Es triste admitirlo: le miente a la Argentina.
Está claro que no sería viable un acuerdo con China si no fuera por la capacidad de producción de alimentos que tiene nuestro país. Consecuentemente, son los productos del campo lo mejor que tiene para ofrecer la misión argentina. Según datos del Ministerio de Agricultura de la Nación, el 81,77% de las exportaciones argentinas a China en 2013 fueron productos agroindustriales.
Lo que acá producimos gracias a nuestra inversión, nuestro esfuerzo y nuestro riesgo no es mérito del Gobierno sino que lo hacemos a pesar del Gobierno: con una inflación del 40%, con una presión impositiva que es 56% más alta que la del resto de los sectores de la economía, con un preocupante déficit de infraestructura y permanentemente perseguidos con medidas negativas y operativos de prensa.
Aparte de la retención pública, hay una retención privada: con las restricciones a la exportación, con la intervención de los mercados y la fijación de precios máximos, el Gobierno hace que haya una transferencia de miles de millones de dólares de los productores a otros eslabones de la cadena, sobre todo a la industria molinera, las usinas lácteas y los exportadores.
La ausencia de representantes de productores en la comitiva presidencial habla por sí sola. En contraste, muchos de los que allí participaron son justamente protagonistas y cómplices de la crisis en la que el Gobierno hundió a la producción. Hablamos de los integrantes del gabinete nacional como también de los referentes del sector privado que con la ayuda gubernamental, interviniendo los mercados, pagan precios de quebranto a los productores, castigando la principal actividad económica de todos los pueblos que viven del campo.
Repudiamos la hipocresía, la mentira y condenamos el agravio que infiere la señora Presidenta a toda la producción.
Difícil será colocar más peras y manzanas en China, como anunció el Gobierno, si no se soluciona la dramática situación que están viviendo los productores del Alto Valle, donde ni siquiera dan los números para cosechar la fruta. Lo mismo se puede decir del tabaco, los cítricos, la carne y el resto de las economías regionales. Los principales cultivos, a rindes promedios nacionales, dan pérdidas. Es que la crisis de competitividad que generó este gobierno no distingue latitudes y son todas las producciones de Norte a Sur y de Oeste a Este las que hoy están atravesando una grave situación.
Mientras tanto, el Banco Nación, que acá niega créditos y financiamiento a productores de soja, abrió una sucursal en Pekín. ¿Les dará allí crédito a los productores chinos que tengan stock de soja? "
* Presidente de la Sociedad Rural Argentina.