Recién ahora el prestigioso matutino cae en la cuenta de que la Presidente es una estafadora. Hace años, señores editorialistas que la primera mandataria distribuye dinero a mansalva para comprar votos, dinero que no proviene del erario público ni de su cartera, sino que es saqueado de la caja de los jubilados, como lo expresa vuestro tardío editorial. Decenas de cartas he enviado a esa redacción planteando el problema y solicitando el apoyo periodístico, incluso exigiendo la intervención de la Anses desde hace más de un año, sólo recibiendo la indiferencia del silencio. Más vale tarde que nunca, y espero que la buena intención que ha guiado vuestra pluma alerte al electorado.
Los fondos previsionales se desvían para financiar ayudas estatales, comprometiendo a los jubilados, al tiempo que se disfraza la pobreza
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