Lo más indignante es que si estas medidas se tomaran contra los judíos y los musulmanes, estallaría el mundo entero en una catarata de protestas y los defensores de los derechos humanos, entonces sí, harían escuchar sus voces de protestas. Ni hablar del periodismo, acérrimo defensor en Europa del multiculturalismo y del derecho de los musulamanes a desarrollar sus ritos en la vía pública, con el consabido desalojo de los ciudadanos residentes.
Otra vez el populismo y el laicismo maliciosamente interpretados se burlan de las creencias religiosas, pero católicas. Una discriminación a que estamos acostumbrados en nuestro paí s con la política autoritaria y vengativa del gobierno kirchnerista que ha edificado su omnímodo poder sobre la prostitución de los derechos humanos.
¿Me puedo preguntar el por qué del silencio de los medios sobre estas noticias que son de enorme trascendencia pública? ¿Me puedo preguntar si la incapacidad que el país ostenta con petulancia ante el mundo, ha llegado también a los medios periodísticos? ¿Me puedo preguntar si los "intereses creados" de Jacinto Benavente interfieren los negocios periodísticos?
Este material lo he recibido por medio de las redes sociales,¡benditas sean!, porque no tengo los elementos necesarios para conocer la reacción de la prensa española. ¿Habrá habido reacción, o gozan de las mismas virtudes de nuestra prensa? No sería de extrañar dado que en los últimos años
se ha notado la influencia chavista y populista de raíces nacionalistas latinoamericanas, regadas por copiosas sumas de generosos subsidios, que están corrompiendo la política de la Madre Patria.
He dado las razones que me movieron a dar a conocer estas "patéticas miserabilidades!, (repitiendo a Hipólito Yrigoyen en su ocurrente léxico), en la seguridad que serán compartidas por mis lectores en toda su humana dimensión.
1. -
Hola, silvio.
Hoy he visto a una mujer llorar en el cementerio de Valencia.
Lloraba de impotencia y de indignación. Su marido había fallecido hacia pocas semanas, y no pudo tener, en la capilla del tanatorio, la imagen de su venerada Virgen de los Desamparados.
Esta mujer, como tantos otros ciudadanos que compartirán su dolor, es una víctima más de la agresiva ofensiva laicista del alcalde de Valencia, que pretende limpiar las instalaciones del cementerio de simbología cristiana y que prohibirá el próximo domingo, si no lo remediamos, la misa de difuntos que el arzobispo tradicionalmente celebra en la explanada del cementerio
Como no pueden quitar las cruces de las lápidas ni, de momento, clausurar la capilla principal, los de Compromís se han cebado con el tanatorio y el crematorio, donde se da el último adiós a los difuntos.
Dicen que deben ser espacios neutros y decorados a petición de los familiares, según sea su opción, religiosa o laica. Pero lo cierto es que para ellos, el neutro solo tiene un color, que es el de su propio fanatismo antirreligioso.
He hablado de todo esto con Don Serafín, el párroco del cementerio. En su opinión, con esta maniobra, el ayuntamiento está jugando sucio: “¿Quién en un día de tanto dolor va a reparar en solicitar que le pongan la imagen de la Virgen? A la mayoría les ocurre como a esta señora, que se dan cuenta tarde de que han despedido a sus familiares sin el consuelo de la Mare de Déu”.
La Virgen ya no está en la capilla del tanatorio. La retiraron en el puente del Pilar. En breve taparán las vidrieras, decoradas con un motivo de la Ascensión, con una cortina. La misma suerte correrá el gran crucifijo que preside la capilla. Hasta un San Francisco que era donación de una familia y que permanecía en el crematorio, ha sido devuelto a sus dueños.
“Antes no habían ningún problema con este tema”, continúa don Serafín. “En una de las capillas se tapaba la simbología cristiana cuando alguien quería tener un rito laico, y no pasaba nada. Porque son muy pocos los que solicitan este tipo de ceremonias”. Ahora quieren que sean los cristianos quienes deban pedir el servicio religioso, en una ciudad donde cerca del 90% de las personas solicitan ceremonias cristianas para dar el último adiós a sus familiares
La mujer de la que te he hablado no era la única persona que hoy estaba indignada en el cementerio. En corrillos, mientras limpiaban las lápidas y las adornaban con flores para el Día de los Fieles Difuntos, la gente manifestaba su repulsa por esta afrenta de sesgo ideológico que nada tiene que ver con ellos.“¿Qué les hemos hecho, por qué van contra nuestras creencias?”, decía otra señora. Otros, manifestaban su desconcierto por la prohibición de la misa de difuntos del domingo en la explanada.
Don Serafín sabe que el objetivo último de los laicistas de Compromís es clausurar el servicio religioso y cerrar la capilla del cementerio. Según he podido saber, desde el ayuntamiento ya se han dado pasos en ese sentido. “Si no lo han hecho ya, es porque la presión social es muy fuerte”, concluye don Serafín.
Por eso te pido que no dejes de presionar. Porque para salvar tus creencias, desgraciadamente, tú y yo vamos a tener que demostrarles que no somos ciudadanos dóciles.
Recuerda que el laicismo quiere privarte de tu libertad religiosa y condenarte a vivir tu espiritualidad tras la misma cortina que hoy oculta a la Virgen de los Desamparados del tanatorio municipal de Valencia.
2.-
Hola, silvio
Este domingo, como todos los años, muchas personas irán a visitar a sus seres queridos a los cementerios. Pero si se trata de cristianos no serán bien recibidos.
En la guerra que la dictadura del laicismo ha declarado a la cruz, hasta los cementerios donde reposan tus seres queridos serán despojados de sus referencias cristianas.
No es una hipótesis. Tristemente, el odio religioso ha llegado ya y el primer caso se está produciendo en este momento en el cementerio general de Valencia, que controla el ayuntamiento gobernado por Compromís.
¡5 días de plazo! Este era el tiempo que el gobierno municipal valenciano dio a los funcionarios del cementerio para retirar toda la simbología cristiana de las instalaciones.
Por procedimiento de urgencia, con formas autoritarias, como si estuvieran desinfectando, se procedió a desmantelar de referencias cristianas el recinto. Este es el resultado del odio:
• Las capillas han sido sustituidas por lo que llaman "salas de ceremonias".
• Se han suprimido todos los crucifijos.
• Se han ocultado las imágenes de la Virgen de los Desamparados.
• Se han tapado con cortinas las vidrieras de la Madre de Dios.
El fanatismo antirreligioso llega hasta el extremo de que incluso unos manteles estampados con pequeñas cruces han sido apartados. Y queda pendiente la retirada de una gran cruz de 4 metros que, por sus dimensiones, se ha salvado de la criba. De momento.
No pienses que por no vivir en Valencia, estarás a salvo. Hoy es Valencia. Mañana tu comunidad, tu ciudad, tu pueblo.
Los intolerantes, con su agenda radical y laicista, pretenden despojarte de tus creencias, convertirte en un ciudadano sin arraigo religioso, anular tu dimensión espiritual y de paso, corregir el mal histórico del cristianismo en España amputando sus raíces.
El resultado de esta agenda es la creciente cristofobia que padecemos, donde impera el laicismo, la humillación de las creencias de los cristianos, el intento permanente de desplazarlos de los centros de decisión y condenarlos a practicar sus ritos en las catacumbas, el programa de descristianización de la educación como si fuera una enfermedad.
No hay nada que cause mayor euforia a los laicistas que pisotear tu libertad religiosa, la mia, la de todos, en todos los ámbitos posibles.
¿Quién es este señor, Joan Ribó, para privar a los creyentes cristianos de un símbolo que, en el trance de la muerte, ofrece esperanza en la vida eterna y fe en la resurrección?
Ni siquiera el argumento de la aconfesionalidad institucional puede justificar este ataque a la libertad religiosa, un derecho fundamental garantizado por la Constitución y protegido por convenios y tratados internacionales.
No te dejes engañar. No caigas en la trampa de la neutralidad confesional.
La aconfesionalidad de nuestro Estado implica respeto por las creencias, religiosas o no, de los ciudadanos y una actitud positiva hacia ellas porque su aportación es radicalmente buena para construir una sociedad respetuosa, tolerante y pacífica.
3.-
Hola, silvio
Otra catedral en peligro. Después de Córdoba, ahora le toca el turno a Jaca: quieren expropiarla.
Vuelven a la carga contra la Iglesia y esta vez le ha tocado a la Catedral de Jaca, en Aragón. Quieren quitársela a los creyentes y convertirla en un “bien común”.
Repiten el ataque que intentaron contra la Catedral de Córdoba. ¿Te acuerdas? En aquella ocasión fuiste capaz de evitarlo, junto a las decenas de miles de personas que nos movilizamos.
Pablo Echenique, presidente de Podemos en Aragón, ha exigido que la Catedral de Jaca pase a "titularidad pública". Están empeñados en expoliar los bienes de los cristianos, los símbolos, los lugares de culto. Para ello, Podemos presentará una propuesta al gobierno autonómico, regido por Javier Lambán (PSOE), para iniciar el expolio.
Lo llaman “cambiar la titularidad”, pero es una expropiación en toda regla. Y este es sólo un primer paso: quieren revisar la titularidad de todos los bienes de la Iglesia. Quieren despojar a los creyentes de sus edificios religiosos. Quieren quitarnos la Catedral de Jaca como ya lo intentaron con la de Córdoba.
Esta batalla la hemos dado antes y hemos salido victoriosos. Se vieron obligados a respetar la titularidad de la Catedral de Córdoba y lo mismo tendrán que hacer con la Catedral de Jaca. Pero solo lo conseguiremos si, como en el caso de Córdoba, redoblamos nuestro compromiso de defender la libertad religiosa.
La Catedral de Jaca ha pertenecido a la Iglesia desde su construcción a finales del siglo XI, siendo también sede episcopal desde sus inicios. Ahora pretenden expropiarla y borrar su historia. ¡No lo permitas.
4.-
Hola, silvio,
quedan 3 días para el Día de los Fieles Difuntos y la ofensiva del ayuntamiento de Valencia contra los símbolos cristianos del cementerio, lejos de amainar, se recrudece.
Lamento tener que darte esta noticia de última hora: la tradicional misa de difuntos, que se celebra al aire libre en el cementerio valenciano, acaba de ser prohibida. Sí, oyes bien: ¡prohibida!
El garrote laicista del alcalde de Compromís, Joan Ribó, vuelve a cebarse con los cristianos. Primero fue la retirada de imágenes y crucifijos de los crematorios. Ahora, cuando faltan escasos días para que acudas, como miles de fieles, al cementerio a honrar a tus seres queridos, te agrede con esta prohibición incomprensible.
Porque la misa por los fieles difuntos se viene celebrando todos los años en la explanada del cementerio y es oficiada por el arzobispo de Valencia, monseñor Cañizares, ante cientos de ciudadanos.
Con esta prohibición, la misa solo podría celebrarse en el interior de la capilla, que tiene un aforo limitado a 25 personas. La medida del ayuntamiento condena la misa a desaparecer por falta de espacio. Y esto es exactamente lo que quieren los laicistas: hacer invisibles tus creencias, esconderlas en un cuarto oscuro y finalmente, abolirlas.
No se trata solo del cementerio o de la misa de difuntos. El alcalde pretende además suprimir el 22 de enero la festividad de San Vicente Mártir, patrón de la ciudad, y pasándola a otro día, desvincularla del santoral cristiano.