sábado, 16 de enero de 2016

NUESTROS PRESOS POLÍTICOS (II)

                           
El Comportamiento Humano

El gran cambio que produjo en la sociedad argentina el acceso a la presidencia de la Nación del candidato triunfante, en limpias elecciones, Ingeniero Mauricio Macri  adquiere una enorme importancia desde que el país estuvo sometido durante doce años a un poder corrupto y populista que dividió a todos los estratos de la población en base al odio y la venganza de una familia que por ambición y riqueza  hizo suya la consigna del “Vamos por todo”.
A pocos días del nuevo gobierno es interesante observar el comportamiento de la sociedad y las diferentes reacciones que se registran en todo el ámbito del país.  Y los que a una avanzada edad guardamos  un vívido recuerdo de sucesos históricos registrados en nuestras mentes con marcas indelebles nos parece muy natural que nada se haya aprendido de las lecciones que dicta la experiencia. El comportamiento humano sigue siendo el mismo, aunque con distintos matices.
Cómo olvidar aquella revolución del 6 de septiembre de 1930 que presencié con ojos azorados a muy tempana edad desde los balcones de mi casa de la calle Pozos a una cuadra del Congreso. En horas de la noche veía pasar la multitud con sillas y mesas arrebatadas de la Confitería del Molino que fue saqueada y con bustos de Irigoyen arrastrados por la calle. ¿Por qué cito este episodio? Por que fue para mí y para mi hermano una lección de mi padre que nos quedó grabada. “Vean hijos, esa misma turba que arrastra el busto es la misma que ayer lo victoreaba”. Con los años fui asimilando muchas lecciones que quizá algo de sabiduría me han proporcionado.
Volviendo al presente, nos encontramos con fanáticos militantes que no asumen la derrota electoral y buscan obstaculizar e impedir el normal desarrollo del gobierno, otros que por intereses partidarios  se colocan en una postura menos agresiva y aquéllos que se lanzan intrépidamente a exigir el  inmediato cumplimiento de las promesas electorales.
Todavía la masa no comprende que el Estado no es el patrón que dirige todas las actividades privadas culturales, económicas y sociales del individuo, que es sólo un administrador y regulador  que impone orden y respeto.
Los gobernantes no son otra cosa que nuestros representantes.´
Son numerosos los cambios que ha llevado a cabo el nuevo gobierno, en la economía, en la política internacional, en los impuestos, en la política federal con un reencuentro con los gobernadores de provincia  y otros de orden administrativo.
Queda por encarar seriamente el narcotráfico, la reunión con las paritarias, el problema de los jubilados, la investigación de Anses y la política de los derechos humanos.
Este último punto adquiere fundamental importancia debido al uso discriminatorio y proselitista que hizo el kirchnerismo de los derechos humanos. 
Tenemos que aceptar que hubo una guerra entre terroristas y fuerzas armadas gubernamentales en que estas últimas vencieron.
Diversas circunstancias incidieron para que el gobierno militar de facto resolviera el llamado a elecciones que dieron por resultado la recuperación del orden democrático.
Los miembros de la Junta Militar del Proceso de Reorganización Nacional que gobernaron el país de 1975 a 1983. fueron acusados por represión y delitos de lesa humanidad, y condenados.
Una evaluación simplista y política de los derechos humanos durante el gobierno de Néstor Kirchner calificó a un Terrorismo de Estado y omitió el otro terrorismo que asoló al país con tomas de cuarteles, bombardeos, asesinatos, secuestros y torturas.
Tanto el expresidente Kirchner como su esposa y sucesora Cristina Fernández hicieron de los derechos humanos una bandera símbolo en sus campañas políticas. Lo que en un principio se disimuló como investigación y juzgamiento, pronto se convirtió en venganza y condena. La substantación de los juicios  a que son sometidos militares por el sólo hecho de portación de uniforme y apellido, es inconstitucional y nos retrotrae a a la creación de tribunales especiales con la única finalidad de condenar.
Los primeros pasos de Mauricio Macri con referencia a este grave problema no son, aparentemente, los más adecuados. La designación de secretario de Derechos Humanos que recayó en el señor Claudio Avruj, no responde a la idoneidad e imparcialidad que se requieren para un cargo de tanta importancia que viene arrastrando grandes contradicciones
En los primeros días del año el secretario de Derechos Humanos afirmó que los juicios de lesa humanidad deben proseguir, pero le faltó aclarar si la continuidad sería con el debido respeto a la Constitución Nacional, al Derecho Penal y a las leyes vigentes en la materia. Luego subrayó textualmente: "Tenemos un férreo compromiso en la lucha contra la impunidad y en que la figura institucional de la Procuración General está por sobre las personas. No es buena noticia la liberación de diez represores".
Con dichas palabras el señor secretario está reconociendo, fuera de toda duda, que se busca la condena a todo trance ya que considera mala noticia la libertad de diez acusados a quienes prejuzgando califica de "represores. Hay que poner en su conocimiento que de acuerdo a la opinión de los mejores tratadistas de Derecho Penal y a las resoluciones de la ONU. los juicios que se llevan a cabo en la actualidad por delitos de lesa humanidad son ilegales, arbitrarios y de neto corte político.
El día 14 de enero recibió a familiares de víctimas del terrorismo. En el encuentro se habló sobre la deuda que mantiene el Estado con las víctimas del terrorismo.
Esta noticia tuvo una extensa difusión en las redes sociales y en el periodismo y fue considerada excelente, en forma apresurada, dadas las circunstancias que la rodearon. En efecto, el secretario afirmó que no habló de los juicios de lesa humanidad contra represores durante el encuentro que mantuvo con la agrupación de familiares de las víctimas del "terrorismo guerrillero". "No se habló de los juicios porque les planteé nuestra posición de entrada, fui claro y categórico", dijo. Una verdadera contradicción pues si no habló de los juicios, qué posición les planteó. El secretario insiste en denominar represores a los soldados que por orden del gobierno constitucional combatieron y derrotaron a los terroristas.
Explicó. además, que "fue una reunión pedida por ellos y nuestra política igual que en la gestión de la Ciudad, es recibir a todos los que piden audiencia." Otra declaración que desvirtúa un recibimiento calificado de excelente noticia por las redes sociales y el periodismo.
En este tema, en que analizamos los comportamientos humanos, sería oportuno preguntar a los visitantes que representaron a las víctimas del terrorismo, si se olvidaron de interceder por aquéllos, sus salvadores, que se hallan presos en cárceles hediondas, sometidos a procesos ilegales, enfermos, incapacitados por su avanzada edad y con negación de adecuada atención médica.
Hay muchas fases del comportamiento humano que es necesario analizar, a veces con microscopio, otras con telescopio. Esta es una de ellas que merece un riguroso examen ce conciencia.