Muy preocupante
es la posición del gobierno en el área fundamental de los derechos humanos.
Hemos venido observando desde los primeros días de diciembre del año pasado una
actitud temerosa que evitaba definir claramente la política sobre este tema. El
periodismo contribuyó a ello, a través de prestigiosos columnistas, que con sus declaraciones buscaban no irritar
a los seguidores de un relato que se hizo carne durante más de diez años.
El conformismo
los llevó a justificar y apoyar actos y pronunciamientos sobre la Memoria y la
Verdad, afirmaciones que fueron la columna del gobierno kirchnerista para
premiar a los terroristas, muchos de ellos formando parte de su gobierno, premiaciones
de importantes cantidades de dinero establecidas por ley y un simulacro de
juicios, en manos de tribunales especiales, en abierta venganza contra los
militares triunfantes en la guerra declarada por el comunismo militante. Todo
era en nombre de los derechos humanos.
La visita de
gobernantes extranjeros de importantes países occidentales, como los EE.
UU,.Francia, Italia y otros, fue aprovechada para volver a rescatar la memoria
de los 30.00
desaparecidos, con homenaje de ofrendas florales arrojadas al río por las
manos de los ilustres visitantes, en circunstacias de que la verdadera
motivación de estos encuentros era el restablecimiento de las relaciones con el
mundo civilizado, rotas por obra del fanatismo populista del kirchnerismo.
Los medios
se hicieron eco de estos obligados y desafortunados homenajes, sin formular
ninguna crítica. Tampoco dieron a publicidad un hecho insólito, pese a que
desde este blog los pusimos sobreaviso , incluso con cartas a los principales
periódicos. Se trató de un homenaje a las víctimas de la dictadura realizado
por nuestra Embajada en París justo el dia 2 de abril que nuestro país dedicó a
la memoria del Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas. En
dicho acto no hubo mención recordatoria de los soldados muertos por su patria
en los campos de batalla.
Hoy
miércoles 6 en el noticiario TN, el periodista Nelson Castro anunció la
renuncia del ministro de Cultura Darío Lopérfido. Manifestó que era una
renuncia esperada pues el ministro se había atrevido a poner en duda la
cantidad 30.000 desaparecidos provocando una seria polémica. Advirtió que el
tono empleado en su declaración fue desagradable y que había herido la
susceptibilidad de mucha gente. Olvidó recordar que el primero y único
funcionario que desató la polémica fue el secretario de Derechos Humanos,
Claudio Avruj, de reconocida tendencia a favor delos terroristas de los 70. Que,
no hallando argumento veraz para contradecirlo, reconoció que la cifra oficial era
de 7800, pero que había que mantener la de los 30.000 desaparecidos como una
cifra simbólica, solicitando formalmente su renuncia por la diferencia numérica
cuestionada.
Por medio de
estas columnas le solicité al secretario Avruj su renuncia, el día 12 de marzo
del corriente año, e insisto en solicitarla nuevamente. El siguiente 20 de mayo se publicó en este
blogdpot que “todos continuamos pagando los premios que como pensiones otorgó
la ex presidente a los terroristas que asesinaron, torturaron y secuestraron a
miles de inocentes niños, ancianos y mujeres. ¡En este mismo gobierno hay
legisladores que las cobran!. El título del mencionado artículo es “Peligrosa
cuña en el gabinete nacional”
La cuña se
agiganta, el funcionario adherido al relato se consolida en su cargo, los
periodistas navegan a dos aguas y se inclinan por la que más les conviene.
Ni la
inmensa corrupción del anterior gobierno ya en la sede de los tribunales;
ministros, secretarios de estado, la misma ex presidente y sus familiares, narcotraficantes,
testaferros, le dan fortaleza al gobierno para ejecutar el tiro de gracia al
relato y a la revisión histórica, terminando con el curro de los derechos
humanos.
El pueblo,
la sociedad toda, está esperando una decisión
prometida durante la campaña política.