El 15 de septiembre hemos publicado bajo el título “Nulidad del juicio de lesa humanidad crea expectativas para los presos políticos”, la anulación del juicio “Megacausa III” en Santiago del Estero por manifiesta y vergonzosa incompatibilidad de los jueces del tribunal TOF, que pretendían como identificados terroristas juzgar a los soldados que los habían derrotado en el campo de batalla. La recusación fue aceptada por la Cámara de Apelación Penal, poniendo punto final a un capítuo más del organizado teatro de derechos humanos, cuyos últimos actos se realizan en pleno gobierno democrático, prometedor de un cambio substancial en la política de venganza iniciada por el kirchnerismo.
La información que nos llega hoy día es espeluznante y puede catalogarse
como actos inhumanos que superan cualquier sentimiento de horror que pueda
anidarse en la mente civilizada de cualquier persona. La noticia nos dice:
Un ex militar y un ex juez que eran juzgados en los tribunales federales
santiagueños por delitos de lesa humanidad en la denominada "Megacausa
III" fallecieron en la jornada de hoy a raíz de graves enfermedades que
padecían, tratándose de Cayetano Fiorini, ex militar de 92 años de edad, quien
sufría severos problemas de salud, trasplantado en un riñón y ceguera total y
de Liendo Roca, ex Juez, de 80 años y también con un serio cuadro cardíaco.
En ambos casos sus abogados habían planteado ante el Tribunal Oral
Federal (TOF) la delicada situación de salud de los dos ancianos y que "su
sola presencia en las audiencias y el estrés que eso conlleva podrían poner en
riesgo sus vidas", pero esto era desechado por los miembros del
tribunal a pesar de los certificados médicos presentados por la defensa
y sus familiares.
Es necesario recordar quiénes era los criminales que formaban parte del
falsario tribunal inquisidor, cuyas condenas estaban redactadas de antemano:
María Alicia Noli, tucumana y reconocida ex militante del ERP con el nombre de
"Liliana", José María Pérez Villalobo, cordobés y también ex miembro
del ERP y Juan Ramos Padilla, porteño y que fuera querellante por la APDH en
otros juicios de lesa humanidad
EL abogado Miguel Angel Torres, uno de los defensores manifestó:
"hemos tomado conocimiento de la muerte de Cayetano Fiorini, un señor
sordo, ciego, con un trasplante renal, una persona que estaba muy grave y que
no podía ser sometida a juicio y el doctor Liendo Roca, de muy avanzada edad.
Ambos no soportaron el cansancio físico y mental de las audiencias
interminables".
Pero uno de los presos políticos, Claudio Kussman fue más explícito en
el comunicado que hizo público con este título acusador:
“Detestables miembros de los tres poderes del estado, la iglesia y
organismos de derechos humanos internacionales”.
Son mis máximos deseos que el destino dé a cada uno, lo que realmente se
merece por no cumplir honorablemente con la función por la cual juraron al
tomar posesión del cargo. Una y otra vez destaco la hipocresía que los
distingue en vuestra conducta al hacerse los distraídos, y digo distraídos por
no expresarme en forma grosera, sobre lo que está ocurriendo con estos juicios
mal llamados de lesa humanidad. Seguramente a esta hora los 3 pseudo jueces
MARÍA ALICIA NOLI, tucumana y reconocida ex militante del ERP con el nombre de
guerra "Liliana", JOSÉ MARÍA VILLALOBOS, cordobés y también ex
miembro del ERP y el famoso JUAN RAMOS PADILLA, porteño y querellante por la
APDH en otros juicios de lesa humanidad, estén brindando, champagne en mano.
Motivados por la muerte casi simultánea de 2 de los acusados, el militar
CAYETANO JOSE FIORINI, de 92 años de edad, trasplantado en un riñón y ceguera
total y el juez federal ARTURO EDUARDO LIENDO ROCA, de 80 años y un severo
cuadro cardíaco, el sueño de estos parciales y vengativos funcionarios está
cumplido, a pesar de la suspensión del juicio que se llevaba adelante en
Santiago del Estero. ¿Esta misma escena de festejo la repetirán otros
militantes tocados en diferentes puntos del paí
Carne de cañón
No quiero ser pesimista, solo realista. Repito REALISTA. Estamos
condenados desde el mismo momento que nos detuvieron legal o ilegalmente.
Hayamos participado en la lucha contra los asesinos terroristas del pasado o
no. Los que usamos uniformes somos "carne de cañón" descartable. Las
excepciones como MARTÍN BALZA, MILANI y otros, entre los que se destacan
empresarios, sindicalistas, periodistas, y miembros del poder judicial,
pudieron haber participado en la represión de, los 70, pero no los molestan y
son libres. Mientras nosotros al igual que FIORINI y LIENDO, moriremos en
cautiverio. En ambos casos, sus abogados habían advertido al tribunal la
delicada situación de salud de los ancianos prisioneros, pero esto fue desechado,
pese a los certificados médicos presentados. Los que creímos en el “cambiemos”,
en la iglesia u organismos internacionales de DDHH, fuimos reales CÁNDIDOS.
Pese a ello habrá que seguir luchando y difundiendo lo que está ocurriendo a la
vista de todos, aún a pesar de la simulada ceguera de muchos.
Claudio Kussman