Estimados
amigos: El que escribe, viene leyendo desde hace años “El Informativo Público”,
como muchos de ustedes” y ha tenido la oportunidad de ver publicados sus
artículos, en un medio de las redes sociales que nos permitía exponer las
opiniones que eran negadas o ignoradas en los prestigiosos periódicos del país.
Últimamente
he observado detalles, que no vienen al caso señalar, que pusieron en duda la
imparcialidad y honestidad de este informativo. El espacio cedido a cierto
escritor de raigambre peronista al que lo hemos leído dos y hasta tres veces en
diarias publicaciones, sin nada que lo justificara, y menos la calidad de sus
escritos, resultaba extraño y llamativo.
Dos o tres
de mis trabajos enviados para su publicación, que comunmente fueron tenidos en
cuenta, fueron ignorados, y llamó mi atención el hecho de que se tratara del
caso de Milagro Sala, donde exponía antecedentes que demostraban la
intervención de organizaciones internacionales de derechos humanos que hace
muchos años vienen desarrollando planes de acción conjunta de neto corte
izquierdista. De todos modos, respetando el derecho del editor en cuanto a la
elección de los temas a publicar, no le presté mucha importancia. Sin embargo,
advertí que se daba prioridad a los temas políticos contrarios al gobierno, lo
que tampoco me sorprendió porque estaba de modo la crítica al equipo
gubernamental, al comienzo en forma disimulada y posteriormente ya más directa
con frases agresivas y especulaciones de carácter científico y jurídicas como
las empleadas por el doctor Nelson Castro.
Pero hoy, 11
de diciembre de2016, mi experiencia y mi inquisidora mirada me han permitido
llegar a comprobar que algo se esconde detrás de las páginas del “Informador
Público”, periódico digital de cierto renombre. Si ustedes se imponen la tarea
de leer su edición de la fecha, se encontrarán con que un porcentaje cercano al
95% lo conforma una crítica inusual al presidente Macri, su gabinete, sus
gestiones, además de un pronóstico tan lapidario de la economía, que pone en
serias dudas la terminación del mandato.
Por último,
el dato más relevante consiste en que ocho (8) de los artículos publicados
llevan la firma de los propietarios y titulares del magazine. ¿Qué interés
mercenario puede haberlos decidido a rechazar escritos afines al gobierno o
contrarios al izquierdismo y salir con sus propias opiniones a tambor batiente?
Me resisto a
conclusiones apresuradas, pero dejo esta inquietud, bien razonable, a vuestra
consideración, con el deseo de recibir vuestras impresiones de gran importancia
para mí. Un saludo cordial,
Energía:
El relato macrista para ocultar la millonaria indemnización a la constructora
de Calcaterra