El
mismo día que se publica en la Nación la carta de María Guadalupe Jones sobre
la exigencia de liberación de la piquetera Milagro Sala por parte de la CIDH y
la ONU, en la que manifiesta que dichos organismos se tendrían que ocupar de
nuestros presos políticos, (más de 2.000 miembros de las fuerzas armadas
detenidos), en el diario Crónica leemos un artículo del periodista Ernesto
Tenembaum donde argumenta lo contrario en términos muy críticos al gobierno.
En
primer lugar aclaramos que si bien reconocemos que el periodista es un
excelente profesional, premiado en varias oportunidades por la calidad de sus
trabajos, disentimos con la posición que adopta para este caso de Milagro Sala
y rebatiremos algunos de los conceptos vertidos.
También
es necesario aclarar que no es esta la única vez que discrepo de sus opiniones,
en distintas circunstancias y temas. En una oportunidad presencié una polémica
bastante fuerte que sostuvo con el filósofo Marcos Aguines sobre política
internacional de Israel de la que salió perdidoso. Recuerdo estar sorprendido
por el hecho de que los dos son de origen judío y compartía la opinión de
Aguinis.
En
otro tema, más escabroso si se quiere, me resultó chocante el lenguaje obsceno
empleado en su novela Una mujer única. No sólo obsceno sino pornográfico en
demasía al exponer actos sexuales con una crudeza y mal gusto totalmente innecesarios
y en desmedro de sus magníficas condiciones de escritor, en esta ocasión de una
novela de ficción.
El
tercer tema es bastante incómodo pero no está demás considerarlo. Se trata de
un hecho desagradable relacionado con la pornografía infantil que sucedió hace
casi un año en el programa Radio con Vos, en donde Tenembaum sostuvo “¿Cuál es
el problema de tener pornografía infantil?” Sus compañeros del programa
quisieron rescatarlo del mal momento pero él insistió,”la pornografía es una
fantasía, no es que el pibe se violó un pendejo”. Esta cita tiene por objeto
dar a conocer la extraña mentalidad del periodista.
El artículo publicado en El
Cronista bajo el título “Macri y Milagro Sala: una derrota previsible” es el
prototipo de los argumentos a que nos tiene acostumbrados la secta izquierdista
que se apoderó de “Los Derechos Humanos” hace más de cuarenta años y que la
defino a través de mi experiencia, en los dos artículos de mi Blogspot “Habla la
Experiencia”, denominados “El armado del caso Milagro Sala que el gobierno
ignoró” y “Nuestra Justicia, ONU, OEA y Tupac Amaru”. Ambos son suficiente
respuesta al modelo y al relato que los Kirchner hicieron de los derechos
humanos y que rescata en sus comentarios el periodista Tenembaum. Pero hay
algunos párrafos que pasaré a analizar.
Dice Tenembaum: “Si Sala
sigue presa, la presión será cada vez más potente, y deberá responder por el tema
en cada lugar del mundo donde aterrice”.
Le respondo: Desconocía
la celebridad internacional de que goza la líder jujeña como para despertar semejante
interés en todos los lugares del mundo. Sin embargo, esta afirmación confirma
la sospecha que se tenía acerca del planeado de esta causa por las
organizaciones tanto privadas como oficiales para ejercer la mayor presión
sobre el gobierno.
Dice Tenembaum: “Tarde o temprano Sala
recuperará la libertad y la gestión de Macri, en términos democráticos, tendrá
una mancha".
Le respondo: ¿Qué le hace
suponer de forma tan categórica que recuperará la libertad? ¿Acaso las
organizaciones lo indujeron a decirlo porque tienen planes de resistencia o
desobediencia a las leyes y a las sentencias? Si usted mismo en su artículo
tiene una frase muy contundente contraria a su temerosa afirmación, dijo: “Milagro Sala tiene en su
contra una denuncia de asesinato, múltiples denuncias de amenazas violentas y
golpes a personas que pertenecían a su organización, hay evidencias muy sólidas
en su contra sobre desvíos millonarios de fondos, y uno de sus colaboradores más
cercanos está detenido por haber asesinado a Luis Condorí, en Humahuaca, cuando
él y otros pobladores resistieron una toma de tierras violenta, que intentó
realizarse con el apoyo de costosísimas camionetas de la Tupac. Los atropellos
que ella y los suyos han cometido tal vez sean más graves que aquellos de los
que hoy es víctima. Basta escuchar a perro Santillán para entender quien es Sala".
Dice Tenembaum: “Por lo demás, la aparición
de los organismos internacionales de derechos humanos en el centro de la escena
argentina es una noticia positiva. Sostener que esta ofensiva tiene la marca
kirchnerista es otra muestra de ignorancia aldeana. Amnesty International o
Human Rights Watch cuidan puntillosamente -a diferencia de muchos de sus pares
argentinos- no quedar atrapados en ningún tipo de alineamiento. Sería un daño
mortal a su credibilidad”
Le
respondo: La ignorancia aldeana la tiene usted señor periodista pues al
expresar que Amnesty International o Human Rights Watch se cuidan de no quedar
atrapados en ningún tipo de alineamiento, está claro, se cuidan de no ser
descubiertos porque están alineados.
La
pregunta que todos sus compatriotas le formulan al unísono es muy simple y
comprometedora ¿Por qué las organizaciones internacionales no arman un caso semejante
con amplia difusión internacional para nuestros presos políticos?
Como
dice la lectora de La Nación, “la CIDH y la Onu se tendrían que ocupar de los
presos políticos de verdad, más de 2.000 militares, policías, fuerzas de
seguridad, jueces y sacerdotes que fueron detenidos por defender la república
de las manos de los terroristas en la década del 70, y que fueron perseguidos
durante el gobierno revanchista kirchnerista. Ellos son los verdaderos presos
políticos, hombres mayores de edad, sin juicio ni condena en la mayoría de los
casos… Milagro Sala es una política presa por corrupción, digamos las cosas por
su nombre”.