No acabo de escribir en mi blogspot el quinto artículo
sobre la inteligente táctica del ultra izquierdismo que se sirve de periodistas,
de infiltrados funcionarios del gobierno y de las instituciones internacionales
cuando, nuevamente, nos encontramos con el mismo periodista, Jaime Rozemberg, a
quien criticara con el mayor respeto en mi artículo de ayer día 22, bajo el título “El
periodismo alimenta al enemigo”. ¡Y vaya
si lo alimenta! En esta oportunidad puedo asegurar que la mano del escriba fue
manejada con sutileza por el propio titular de CELS, el terrorista Verbintsky. Son
sus mismos argumentos, similar redacción y la maliciosa intención de provocar
la grieta en el gobierno. Misión cumplida.
Por lo tanto, este artículo viene a ser una réplica que va a
consistir en una serie de preguntas al periodista Jaime Rozemberg. El
cuestionario ya es de por sí una afirmación contundente a mis anteriores publicaciones
acerca de la táctica comunista o ultra izquierdista que ha invadido al país
desde hace un año con la casi confesa intención de provocar divisiones dentro
del nuevo gobierno y llegar a la
finalidad de la disolución de sus instituciones republicanas dando paso a un
caos adecuado a sus propósitos. El leitmotiv es el caso de la prisión de Milagro Sala, al que se le ha adjudicado una
desproporcionada importancia con el ánimo de fraguar un grave problema
internacional, en verdad inexistente.
Primera pregunta. ¿ Sabe el señor Rosemberg que el escenario
de esta representación fue obra de un reconocido izquierdismo dirigido
localmente por Mariela Belski titular de Amnistía Internacional en la Argentina y del ex montonero y
terrorista Horacio Verbitsky titular del
CELS?
Segunda pregunta. ¿Sabe que contó con el decido apoyo de
organizaciones internacionales de derechos humanos cuyas misiones son la
defensa de actos terroristas o de subversión cuyos componentes son calificados como víctimas de la sociedad, mientras las fuerzas de seguridad son represoras, y también con la inefable
ayuda de Eugenio Zaffaroni ex juez de la Corte Suprema de Justicia, declarado
militante del kirchnerismo, hoy juez en la Corte de la OEA, Carlos Zannini, ex
secretario de la Presidencia, Jorge Taiana ex canciller de Cristina, ahora
abogado patrocinante de Milagro Sala ante la CIDH, Gustavo Cinossi, activo
militante kirchnerista, ahora con el cargo de Asesor de Asuntos Internacionales
en la OEA. Luis Almagro, uruguayo, actual Secretario General de la OEA que debe
ese cargo a Cristina Kirchner y que, agradecido, le envió una carta oficial con
el membrete de la organización a la misma detenida manifestandole que estaba
convencido de la necesidad de su inmediata libertad?
Tercera pregunta. ¿Conoce los manejos de funcionarios nacionales y provinciales, rémoras del kirchnerismo, como los secretarios de derechos humanos, nacional y provincial, Claudio Avruj y Santiago Cantón que, simulando su ayuda al gobierno, aconsejan la toma de “medidas concretas” comprometedoras para el orden nacional?
Cuarta pregunta. ¿Afirma usted de buena fe que, por lo bajo, pocos desmienten que la dirigente Milagro Sala se ha transformado en un dolor
de cabeza continuo para el gobierno de Mauricio Macri? ¿Qué en esa línea,
dirigentes cercanos al Presidente comienzan a plantear en voz alta la necesidad
de “cambiar de política” en relación con este caso y tomar “acciones concretas”
que dejen a salvo al mandatario.?
Quinta pregunta. ¿Cómo sabe que un amigo personal de Macri, “Pepín”
Rodriguez Simón, está de acuerdo con dejar libre a Sala y evitar que en cada
viaje al exterior el Presidente sea interrogado por la detención de la líder de
Tupac Amaru?
Sexta pregunta. ¿De dónde obtiene usted la información de
que “La Corte puede determinar que Sala
no es peligrosa, libre, ni va a presionar a testigos?
Séptima pregunta. ¿Qué motivos lo han llevado a reforzar los
argumentos de su anterior escrito, con un solo día de diferencia? ¿Era tan
urgente la necesidad de llevar más preocupación y confusión a los lectores, que
en realidad, no le prestan al caso la importancia que usted trata de infundirle
favoreciendo a los promotores mercenarios de una izquierda recalcitrante?
Octava pregunta. ¿Sabe usted, señor Rozemberg, que quizá por
ejercitar un periodismo de cuestionables argumentos que le brinde un mayor
interés a los lectores, ha prestado un valioso respaldo y sustento a la misión
emprendida por el enemigo, con seguridad muy satisfecho de su probablemente
ingenua, pero desafortunada intervención, en un problema de escasa importancia
al que usted le otorgó una mayor significación y trascendencia.?
No es necesario señalar que en las preguntas se hallan las
respuestas, por lo que deduzco que el cuestionado no tiene necesidad de responder.
Como periodista profesional de bien ganado prestigio, descontamos que tendrá
bien en claro quienes montaron la escena y los antecedentes que poseen, además
de los motivos que la impulsaron. El titular que emplea el periodista ya pone
un sello inquietante al decir: “La detención de Milagro Sala empieza dividir
aguas en el interior de Gobierno.” El contexto tiene una narración de dimes y
diretes que mueve a los personajes de la saga entrando y saliendo de oficinas
con encontradas opiniones de las que también participa, por supuesto, el
Presidente, como si el tema internacional de gran importancia fuera la
detención en Jujuy de una consabida delincuente. La asunción de Trump, la
economía, los contratos laborales, las leyes proyectadas pasan a ser charlas de
café intrascendentes. Corren por los pasillos funcionarios, magistrados, amigos
del Presidente, todos manifestando en bajo volumen, “dicen que dijo”, “dijo que
dicen”. La coincidencia parece ser “hay que evitar que en cada viaje al
exterior el Presidente sea interrogado
por la detención de la líder de Tupac Amaru objetada por la Naciones Unidas y
la comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH”.
Luego se desmiente un
trascendido que igualmente fue publicado: “Una altísima fuente de la Casa Rosada
lo desmintió, pero la duda quedó flotando:”
“Hubo un presunto altercado ríspido entre el propio Macri y el diputado
radical Mario Negri en la última reunión de gabinete, en la que el mandatario
le habría hecho saber de su incomodidad
con la transcendencia que adquirió el caso Sala en el exterior.”
La verdadera importancia que tiene este problema radica en
el tratamiento que le brindan los periodistas. ¿A quién se le puede ocurrir que
Macri será objeto de preguntas sobre Milagro Sala en sus viajes al exterior?
Debe ser tan conocida como la tía de Juan Perez en Tokio. En definitiva, según
este malhadado artículo ¿Qué importa más, la dignidad de un país o evitarle
molestias al mandatario? Todo es un”chismerío” brotado de la imaginación del
escriba, sin datos fehacientes, sin pruebas a la vista, con la mala intención
de colocar en ridículo al elenco gubernamental.
Finalmente no me es posible dejar de lado una frase que el
periodista puso en los labios de Santiago Cantón el secretario de Derechos
Humanos de la Provincia de Buenos Aires: “A partir de que la ONU y la CIDH lo
pidieron, habría que haberla dejado en libertad de acuerdo con el orden jurídico
Internacional que respetamos.” Pero no respeta la dignidad Nacional, ni la Constitución Nacional pues a pesar de sus funciones, el defensor de los
terroristas es querellante en los juicios de lesa humanidad, sin tener en
cuenta que hay miles de presos políticos con más de ocho años de prisión
preventiva, cuando el máximo según el Código Penal es de dos años, mientras su víctima, reconocida estafadora, delincuente y torturadora lleva un año detenida con
varios juicios pendientes.