Ingreso vedado. - Carta publicada en La Nación el 24 de abril 2019 -
El domingo de Pascuas el obispo castrense, Santiago Olivera, llegó a Campo de Mayo en su tarea pastoral a bendecir y saludar a los militares presos. Llegó acompañado, según fuentes muy confiables, de un diácono y un sacerdote para que lo asistan, ya que son cientos los presos políticos alojados allí. Me informan que el SPF no permitió el ingreso del sacerdote y el diácono, por lo que todos debieron retirarse, dejando a estas personas ancianas y enfermas que llevan años privadas de su libertad, en la mayoría de los casos por haber cumplido órdenes y defendido a la patria, sin asistencia espiritual en un día tan importante para los católicos. ¿Quién se hace responsable de esto? ¿Nadie controla estas medidas arbitrarias y absurdas? ¿Qué está pasando allí adentro? ¿Quién brega por la salud del alma y del cuerpo de estas personas ancianas? ¿De quién dependen estás medidas?
Qué difícil construir la paz en este país golpeado. Qué lejos estamos del respeto y de la caridad. Que doloroso que se pongan trabas para que los sacerdotes no puedan ingresar libremente a un penal. Tristeza enorme en un domingo de Pascuas donde tampoco han podido recibir a sus familiares.
Luz García Hamilton
La carta arriba transcripta pone en nuestro conocimiento un hecho difícil de calificar dadas sus características que merecen una prueba fehaciente sobre la autenticidad del mismo. Resulta a todas luces incomprensible que las autoridades del penal hayan vedado el ingreso de un sacerdote y un diácono que asistían al Obispo Castrense, Monseñor Santiago Olivera que concurría a bendecir a los ancianos militares allí recluidos y ofrecer el auxilio de los sacramentos que todo católico merece recibir sin reparos de ninguna naturaleza.
¿Habrán ignorado que el Obispo Castrense en la Argentina fue designado por la Santa Sede para asistir al personal católico de las tres Fuerzas Armadas y las dos de Seguridad, Gendarmería Nacional y Prefectura Naval?
El domingo de Pascuas el obispo castrense, Santiago Olivera, llegó a Campo de Mayo en su tarea pastoral a bendecir y saludar a los militares presos. Llegó acompañado, según fuentes muy confiables, de un diácono y un sacerdote para que lo asistan, ya que son cientos los presos políticos alojados allí. Me informan que el SPF no permitió el ingreso del sacerdote y el diácono, por lo que todos debieron retirarse, dejando a estas personas ancianas y enfermas que llevan años privadas de su libertad, en la mayoría de los casos por haber cumplido órdenes y defendido a la patria, sin asistencia espiritual en un día tan importante para los católicos. ¿Quién se hace responsable de esto? ¿Nadie controla estas medidas arbitrarias y absurdas? ¿Qué está pasando allí adentro? ¿Quién brega por la salud del alma y del cuerpo de estas personas ancianas? ¿De quién dependen estás medidas?
Qué difícil construir la paz en este país golpeado. Qué lejos estamos del respeto y de la caridad. Que doloroso que se pongan trabas para que los sacerdotes no puedan ingresar libremente a un penal. Tristeza enorme en un domingo de Pascuas donde tampoco han podido recibir a sus familiares.
Luz García Hamilton
La carta arriba transcripta pone en nuestro conocimiento un hecho difícil de calificar dadas sus características que merecen una prueba fehaciente sobre la autenticidad del mismo. Resulta a todas luces incomprensible que las autoridades del penal hayan vedado el ingreso de un sacerdote y un diácono que asistían al Obispo Castrense, Monseñor Santiago Olivera que concurría a bendecir a los ancianos militares allí recluidos y ofrecer el auxilio de los sacramentos que todo católico merece recibir sin reparos de ninguna naturaleza.
¿Habrán ignorado que el Obispo Castrense en la Argentina fue designado por la Santa Sede para asistir al personal católico de las tres Fuerzas Armadas y las dos de Seguridad, Gendarmería Nacional y Prefectura Naval?
No sabemos los motivos aducidos para prohibir la entrada, justamente en la fecha sagrada del catolocismo, el Domingo de Ramos, pero asoma de inmediato el sentimiento de odio y de venganza que se opera cruelmente sobre los soldados de la Patria que nos salvaron de caer en el comunismo infiltrado por Cuba, Venezuela y Bolivia.
No podemos descartar que la orden haya sido emitida poe la Secretaría de Derechos Humanos, a cargo de Claudio Avruj, funcionario que ha dado constantes muestras de su ideología, concretada en su papel de querellante de Estado en los juicios llamados de lesa humanidad y por los cuales están presos miles de acusados, la mayoría sin sentencia, pero recluidos muchos años en prisión preventiva.
No podemos descartar que la orden haya sido emitida poe la Secretaría de Derechos Humanos, a cargo de Claudio Avruj, funcionario que ha dado constantes muestras de su ideología, concretada en su papel de querellante de Estado en los juicios llamados de lesa humanidad y por los cuales están presos miles de acusados, la mayoría sin sentencia, pero recluidos muchos años en prisión preventiva.
No dudamos que el Obispado Castrense, una vez confirmada la veracidad del acto infrahumano de las autoridades gubernamentales, pedirá las explicaciones pertinentes al ministerio de Justicia y a la Cancillería.