viernes, 15 de noviembre de 2019
EL FUTURO MINISTRO DE DEFENSA
Ha trascendido en los medios la segura designación de Agustín Rossi como Ministro de Defensa en el futuro gabinete del presidente electo Alberto Fernández.
Aquí cabría la famosa impugnación, tan de moda recientemente en los tribunales federales por parte de lo acusados de corrupción. En el caso que nos ocupa, además de la indignidad del futuro designado ministro. se debe probar su prejuicio y parcialidad contra el grupo humano que debe conducir.
La indignidad está bien comprobada por su comportamiento público en varias oportunidades al sostener hace 6 años en Rosario, siendo ministro de Defensa, que se presentará como candidato a presidente, pero que en caso de ser electo buscará la continuidad del proyecto cristinista.
Los liderazgos no tienen fecha de vencimiento, los que tienen fecha de vencimiento son los mandatos –apuntó–. Los liderazgos son construcciones que van mas allá de la política, son construcciones sociológicas y culturales, y ese lugar lo tiene ganado Cristina con creces”.
En tal sentido, el ministro se definió como un precandidato que buscará continuar con el proyecto iniciado con Néstor Kirchner en 2003, a sabiendas que el liderazgo “seguirá siendo” de la actual mandataria, “la única figura fuerte, que nos engloba y conduce absolutamente a todos”.
Sumisión, humillación, vileza de una abyección vergonzante que proviniendo de un canalla se repetirá con toda seguridad.
Es indigno.
Prejuicio y parcialidad son factores permanentes expresados por su odio y sentimiento de venganza hacia el uniforme.
Cuando pronunció un discurso el 7 de agosto de 2015 en el homenaje al General San Martín ponderó el trabajo de los hombres de las Fuerzas Armadas para ayudar a los afectados por las inundaciones, en integración con los servicios sociales en presencia de las Madres de Plaza de Mayo
Los soldados fueron humillados pues se les asignó la tarea de limpiar las cloacas, y la integración aludida por el ministro consistió en un ridículo parangón con la alusión que hizo la Presidente de haber llevado a colocar el nombre de su fallecido esposo, el del finado Chávez y Lula da Silva junto al del Libertador, una integración propia de su revisión histórica con la recurrente falta de respeto a los héroes nacionales.
A fines de agosto de 2016, el ministro de Defensa, el canalla Agustín Rossi tomó la perversa y vengativa decisión de prohibir que los militares detenidos en los casos de lesa humanidad fueran atendidos en el Hospital Militar y en los servicios médicos de su fuerza. Ello a raíz de la fuga de dos de ellos allí internados, circunstancia que lo llevó sin causa ni sumario alguno a echar al Director del Hospital.
La criminal medida tuvo resultados funestos pues la falta de adecuada atención médica en los hospitales de los centros de detención provocó el agravamiento de ancianos que tuvieron que suspender la cadena de cuidado que venían llevando. y en algunos su fallecimiento.
El proyecto de ley para indemnizar a los familiares de los soldados y los policías caídos al enfrentar a la guerrilla que atacó el Regimiento de Infantería de Monte 29 de Formosa en 1975 ha terminado siendo víctima de esa perversa visión. El proyecto no logra convertirse en ley
El entonces diputado, jefe de la bancada oficialista, Agustín Rossi, rechazó la indemnización a familiares de 16 soldados que defendieron a muerte la toma de un cuartel atacado por montoneros. Fue ese siniestro antecedente que lo facultó para que la presidente lo nombre ministro de Defensa. Probablemente los soldaditos bajo su férula se cuidarán bien de actuar en casos similares. Prohibida la defensa de los cuarteles!
Cono siempre afirmamos, los archivos no mienten, y si estos antecedentes nos permiten sacar conclusiones lógicas e irrebatibles, diremos que el canalla Agustín Rossi no puede ser designado ministro de Defensa.
Un componente principal del llamado modelo kirchnerista y peronista lo constituye la interpretación sesgada, utilitaria e ideológica de la violencia que castigó a nuestro país en los años setenta, que se manifiesta en la exaltación de quienes atacaron a la sociedad y a las Fuerzas Armadas, su admisión en los cuadros del Gobierno y la persecución judicial asimétrica en el juzgamiento de los delitos de aquella violencia que ha llevado a la cárcel a cientos de militares al tiempo que protege a los ex integrantes de organizaciones terroristas, otorgándoles además premiaciones e indemnizaciones millonarias.
Si esta ideología se mantiene en los cuadros del nuevo gobierno que presidirán Alberto Fernández y Cristina Fernández, entonces sí, podemos asegurar que Agustín Rossi será el próximo ministro de Defensa.