Señor Juan José Guaresti:
Comparto plenamente la presentación ante la Corte Suprema para restablecer la justicia. La falta de justicia es la prueba más acabada del fracaso de la democracia en un país civilizado. Su escrito constituye una pieza jurídica y política intachable que merece la inmediata atención de los magistrados que la conforman.
Quisiera agregar al cuidadoso desarrollo de sus argumentos la situación de millones de jubilados que ven cerrarse la cuarentena hasta en los juicios previsionales.
Al poco tiempo de asumir, el nuevo gobierno dispuso por DNU el congelamiento de los aumentos fijados por ley, anulando de ese modo la movilidad de los haberes jubilatorios, que conlleva la ineludible decisión de iniciar un juicio. Esto no puede llevarse a cabo por otro DNU que ordenó el estado de emergencia y la cuarentena por la pandemia del Corona virus. Se cerraron los tribunales.
Usted que ha heredado una vasta experiencia en materia judicial, convendrá en el absurdo de esta medida en toda su extensión, como bien lo expresa, en especial en la atención de los juicios previsionales, donde los procesos son simples, pues no requieren testigos, ni alegatos, ni la presencia de los litigantes en los tribunales, basta con la presentación del escrito, la intervención de Anses, siempre apelando sin razones, y el fallo y sentencia del juez o la Cámara de Previsión Social.
En buen romance, podemos interpretar que los jubilados, me incluyo, no tienen derecho a la continuación de sus juicios porque debido a su edad están recluidos por la cuarentena, y aunque pudieran salir a consultar a sus abogados o para concurrir a los tribunales, se darían de narices contra los carteles "cerrado por peste".
Pongo el ejemplo de mi caso en que después de 21 años de un fallo de la Corte Suprema tuve que recurrir al embargo para que se pagara la sentencia, pero como de costumbre, se trampeó en la liquidación de Anses, tuve fallo favorable que pese a la sentencia no se me pagaba. Nuevamente embargo, aprobado por el juzgado, que debió hacerse efectivo en agosto del año pasado, pues se ordenó el depósito de la cantidad actualizada a mi cuenta bancaria. ¿Acaso se puede creer que el virus lo impide?
Es tan monumental esta mentira que Anses gira y deposita mensualmente los pagos jubilatorios a diez millones de sus beneficiarios y los millonarios subsidios acreditados a más de 7 millones de favorecidos por un DNU del Poder Ejecutivo. Pero no puede oprimir un botón y transferir a mi cuenta, y tampoco el juzgado puede ordenar que lo haga pues está de cuarentena.
Quisiera agregar al cuidadoso desarrollo de sus argumentos la situación de millones de jubilados que ven cerrarse la cuarentena hasta en los juicios previsionales.
Al poco tiempo de asumir, el nuevo gobierno dispuso por DNU el congelamiento de los aumentos fijados por ley, anulando de ese modo la movilidad de los haberes jubilatorios, que conlleva la ineludible decisión de iniciar un juicio. Esto no puede llevarse a cabo por otro DNU que ordenó el estado de emergencia y la cuarentena por la pandemia del Corona virus. Se cerraron los tribunales.
Usted que ha heredado una vasta experiencia en materia judicial, convendrá en el absurdo de esta medida en toda su extensión, como bien lo expresa, en especial en la atención de los juicios previsionales, donde los procesos son simples, pues no requieren testigos, ni alegatos, ni la presencia de los litigantes en los tribunales, basta con la presentación del escrito, la intervención de Anses, siempre apelando sin razones, y el fallo y sentencia del juez o la Cámara de Previsión Social.
En buen romance, podemos interpretar que los jubilados, me incluyo, no tienen derecho a la continuación de sus juicios porque debido a su edad están recluidos por la cuarentena, y aunque pudieran salir a consultar a sus abogados o para concurrir a los tribunales, se darían de narices contra los carteles "cerrado por peste".
Pongo el ejemplo de mi caso en que después de 21 años de un fallo de la Corte Suprema tuve que recurrir al embargo para que se pagara la sentencia, pero como de costumbre, se trampeó en la liquidación de Anses, tuve fallo favorable que pese a la sentencia no se me pagaba. Nuevamente embargo, aprobado por el juzgado, que debió hacerse efectivo en agosto del año pasado, pues se ordenó el depósito de la cantidad actualizada a mi cuenta bancaria. ¿Acaso se puede creer que el virus lo impide?
Es tan monumental esta mentira que Anses gira y deposita mensualmente los pagos jubilatorios a diez millones de sus beneficiarios y los millonarios subsidios acreditados a más de 7 millones de favorecidos por un DNU del Poder Ejecutivo. Pero no puede oprimir un botón y transferir a mi cuenta, y tampoco el juzgado puede ordenar que lo haga pues está de cuarentena.