Yo tengo una muy alta valoración de nuestro ejército, nuestra armada y nuestra fuerza aérea. Son jefes que no han tenido participación en los hechos aberrantes de los años 70, son oficiales que hicieron sus carreras honestamente, defienden la democracia y las instituciones", manifestó el jefe de Estado Alberto Fernández.
Este descerebrado quiere decir que nuestras fuerzas armadas de los años 70 no defendieron la democracia y las instituciones y se dedicaron a hechos aberrantes que el kirchnerismo luego calificó como delitos de lesa humanidad y así siguen presos juzgados por tribunales especiales que contradicen los principios del derecho y los condene a morir en prisión, bajo el falso lema de "política de Estado"
Esa es la alta valoración que dice tener sobre las fuerzas armadas el disimulado comunista con ropaje presidencial que quiere imponer un pretendido autoritarismo cuyos hilos son manejados desde el Instituto Patria por la corrupta jerarca del "nuevo orden" que busca la lleve al perdón de sus pecados.
Esto no puede calificarse como una más de las miles de contradicciones, disparates, incoherencias y tergiversaciones a las que nos tiene acostumbrados el presidente. Es la pura realidad de la ideología asumida por una y otro, este último con la insólita osadía y desvergüenza de ser el presidente del Grupo Puebla, la otra por su reconocida admiración por el filósofo comunista Ernesto Laclau y su feroz ataque a la Justicia.
Los fatídicos sucesos que estamos viviendo los argentinos en estos días de "alpargatas sí, libros no" con la angustia y la ansiedad colgadas de las respuestas a fallos judiciales en la lucha por la supervivencia de la cultura de nuestros niños, constituyen el prolegómeno de momentos más graves y difíciles que se avecinan con presagios de un terrible y desgraciado final.
No podemos criticar a los que vaticinan un estruendoso desastre de la democracia que ya se huele en nuestras frágiles y distantes fronteras y en el seno de todas las instituciones centrales y provinciales.
La venganza y la extorsión de un comunismo en derrota se revelan en las medidas con que amenaza un maldito y patético marxista a los que desafían con valentía el cierre de las escuelas.
Axel Kicillof decidió quitarle la habilitación y eliminar los subsidios a las escuelas que el lunes 19 de abril abran sus puertas e incumplan el decreto presidencial que obliga a cerrarlas por 15 días.
¿Habrase visto mayor iniquidad en un gobernador que. como sanción, les quita el apoyo a los niños? ¿Se habrá dado cuenta el señor gobernador de la impudicia y desvergüenza que significa la perversa amenaza? Está fuera de toda consideración administrativa o política, es un acto repulsivo e inmoral que no responde al más elemental sentido común y que desconocíamos dentro de un protocolo de sanciones por incumplimiento de directivas o de los llamados DNU.
La valoración sobre los dichos y hechos del populismo gobernante nos conduce a definiciones inequívocas en cuanto a la realidad de un avance cada vez más acentuado en nuestro Hemisferio, que se va traduciendo en las campañas electorales del llamado izquierdismo, donde existe una estrecha unión que ya fuera instalada durante muchos años en las reuniones Cumbre del Mercosur.
La economía era una pantalla para la defensa de la política y firme asentamiento de sus componentes, Lula da Silva, Dilma Roussef, Chávez, Maduro, ambos Kirchner, Correa y Evo Morales.
Ahora, desalojados del poder, a excepción de Maduro y Cristina Kircner, se han unido, especialmente en Grupo República, con el Presidente de Argentina, como presidente del nuevo organismo, que ya comenzó la tarea encomendada por la Vicepresidente de separar a la Argentina del Grupo Lima.
Ellos firmes en la brecha ¿Y nosotros?