domingo, 14 de junio de 2015

LA DOBLEZ DE ZAFFARONI

Parece que fuera una novedad sorprendente el aparente descubrimiento de la personalidad e idiosincracia del ex ministro de la Corte. Polémica de hoy por su libro ya criticado por el senador Terragno cuando impugnó la designación del jurista como miembro de la Corte.
Terragno estuvo entre los 16 senadores que votaron en contra del pliego, que se aprobó con 43 votos a favor, sobre 59 presentes. Entre los que apoyaron la designación estuvieron la entonces senadora Cristina Kirchner, Diana Conti, Jorge Capitanich, José Alperovich y Miguel Ángel Pichetto. En contra votaron, entre otros, Eduardo Menem y Liliana Negre de Alonso.
El libro de Zaffaroni justifica que, en ciertas circunstancias, los militares pueden hacerse con el poder, da el visto bueno a que se prohíba la homosexualidad en las Fuerzas Armadas y acepta la pena de muerte en el ámbito castrense..
En el orden interno e internacional fueron muy criticadas muchas de sus sentencias como Juez Penal que, en alguno casos, fueron calificadas de aberrantes. Un extracto de alguna es el siguiente:
-Con luz apagada no es violación.
-Un cuchillo no es un arma.
-Si se roban autos estacionados no es delito, sino apropiación.
-Cuando se allana un laboratorio y se encuentran balanzas,
 la droga, el molino y los ravioles, si no hay comprador no es venta
 de droga.
En la impugnación en el Congreso de su designación como juez de la Corte Suprema de Justicia Nacional, el senador Rodolfo Terragno, reveló perjurio constitucional del Dr. Zaffaroni al jurar por el Estatuto de la última dictadura.  Dijo el Dr. Terragno:
"Para restarle importancia al hecho de haber jurado por el Estatuto de la última dictadura, el Dr. Zaffaroni dijo en la reciente audiencia pública:“Juré por el Estatuto del Proceso de Reorganización Nacional, juré por el Estatuto de Onganía, juré por la Constitución reformada por Lanusse en 1973, juré por la Constitución Nacional de 1853 y juré por la Constitución reformada en 1994”.
Con esa declaración, lejos de introducir un atenuante, expuso un agravante.
El perjurio constitucional no es un antecedente plausible. Cuesta comprender que un hombre de derecho pueda jurar “por lo que venga”, sea una Constitución democrática o las reglas impuestas por tres dictaduras sucesivas."
La falacia de este personaje adquiere caracteres impresionantes
que fueron ignorados o disimulados por sus sostenedores, entre ellos la propia Presidente. Basta confrontar la lista de los votantes a favor por su designación.
¿Saben los ciudadanos que la mandataria, fiel a su caprichosa tosudez, lo acaba de proponer para la Corte Interamericana?
El doble discurso, la hipocresía y el "vamos por todo" dieron al traste con la conducta moral y política de nuestro país.