El diputado
nacional del bloque Frente para la Victoria, Rodolfo Tailhade ha desvirtuado su
función de legislador, para lo cual fue elegido, al constituirse, desde su
banca en un denunciador serial de miembros del gobierno nacional. Militante
camporista, genuflexo kirchnerista, contribuyó a la corrupción del régimen
autoritario imperante, mediante su acción como director de la Inspección General
de Justicia, eludiendo controles sobre empresas vinculadas a Lázaro Báez y
Cristina Fernández, lo que dio origen a una denuncia penal de la diputada
Margarita Solbizer. Dicho organismo manejado por La Cámpora quedó en la mira por
haber “perdido” expedientes en el famoso affaire Ciccone, sobre el cual
Tailhade impulsó un “Cepo Informativo” semanas después del estallido del caso.
También fue
denunciado por “obstruir” el accionar del fiscal Marijuan en la causa en que
pidió la indagatoria de la expresidente Cristina Kirchner por multimillonarias
transferencias de dólares al exterior.
Recientemente
fue denunciado por el abogado Andrés Rabinovich que lo acusa de delitos de
falsa denuncia y estafa procesal, radicada ante el juez Julián Ercolini.
Resulta
curioso que las denuncias penales contra el presidente Macri, que veremos más
adelante, no hayan sido impugnadas, cuando públicamente, ante el diario Clarín,
efectuó declaraciones comprometedoras con respecto a su carácter de legislador
al afirmar que deseaba el fracaso de Macri como presidente, agregando :”yo
pongo palos en la rueda y quiero que le vaya mal a Macri.”
A
continuación damos a conocer una apretada síntesis de las denuncias penales
presentadas a la justicia contra miembros del gobierno por el diputado nacional
Rodolfo Tailhade, desvirtuando su función legislativa.
Denuncias: -Denuncia penal por el caso Avianca contra el presidente Maurucio Macri, el Ministro de Transporte Guillermo Dietrich, el Director general de Logística, Carlos Cobas, el titular de ANAC Juan Pedro Ingoin,el Director de Transporte Aèreo, Hernán Gómez.
Denuncias: -Denuncia penal por el caso Avianca contra el presidente Maurucio Macri, el Ministro de Transporte Guillermo Dietrich, el Director general de Logística, Carlos Cobas, el titular de ANAC Juan Pedro Ingoin,el Director de Transporte Aèreo, Hernán Gómez.
-Denuncia
contra la vicepresidente Gabriela Michetti, para averiguar origen de los fondos
que les fueron robados.
-Denuncia
contra el presidente Macri, la vicepresidente Michetti, la canciller Susana
Macorra, el director del FGS de ANSES, Luis María Blaquier, Asesor del
presidente en Inversión Extranjera, Horacio Reyser, director general de
Relaciones Internacionales del Senado, José Ortiz Amaya, por la firma de un
convenio con Qatar. --Denuncia contra el presidente Macri y el vicejefe de
Gabinete, Mario Quintana por los beneficios dados a las empresas Avian y
Flybondi.
-Denuncia
contra la diputada de GEN Margarita Stolbizer y a su abogada Silvina Martínez
que impulsaron las causas Hotesur y Los Sauces de la expresidente Cristina
Kirchner por supuesto “tráfico de datos”
-Denuncia
contra la Primera Dama Juliana Awada por defraudación contra la administración
pública.
Pareciera
que la Honorable Cámara de Diputados, en el sector de la oposición, se hubiera
transformado en el Tribunal de la Inquisición, con el maestro inquisidor
Rodolfo Tailhade a la cabeza, lo que no es aconsejable desestimar, toda vez que
los acusadores seriales del momento fueron los sordomudos del anterior gobierno
y como afirmáramos al comienzo de esta nota, no cumplen con los preceptos
constitucionales de su función, que no es otra que legislar como uno de los
tres poderes de la república, el Legislativo.
Es enorme el
deterioro sufrido por el país tras muchos años de decadencia moral,
económica y política que ha llegado a trastocar los más elementales principios
de la humanidad, incluyendo los derechos humanos.
A pesar de
que el interbloque Cambiemos es minoría en un Congreso donde en la Cámara de
Diputados conviven 21 bloques, en los primeros meses de gobierno se notó una
revalorización del Congreso, que en los anteriores períodos de sesiones era un
verdadero apéndice del Poder Ejecutivo, en donde se aprobaban las leyes por
simple mandato de los Kirchner, sin discusiones parlamentarias, sin
modificaciones y sin que los jefes de gabinete concurrieran a las Cámaras para
la rendición de sus actos.
Duró poco,
pues la oposición comprendió que el mejoramiento de las instituciones de la
República, eran un obstáculo para las intenciones de recuperar el poder. Es así
como las funciones de los legisladores opositores fueron dejadas de lado para
dedicarse a debilitar al gobierno con ataque frontales, muy alejados por cierto
de la gestión legislativa de la promulgación de leyes.
Tan evidente es esta política obstaculizadora
que recientemente el diputado de la oposición De Mendiguren, en un programa
televisivo, se permitió bromear al
presidente del Senado, Federico Pinedo, manifestándole que en el sector público
también hay “curros”, refiriéndose a las que señaló como 54 causas por
denuncias contra el actual Presidente y varios funcionarios de Cambiemos. Lo
que no aclaró es que fueron motorizadas por los legisladores opositores desde
sus mismas bancas, en cumplimiento de las órdenes recibidas según el nuevo plan
“sistemático”, término muy usual en los “tribunales” de los juicios de "lesa humanidad".