lunes, 27 de octubre de 2014

No publicada Mayo 2014

Señor Director:

Por el acuerdo Macri-CFK se dispuso el desalojo del Almirante de las vecindades de la Casa Rosada y su traslado al Aeroparque. Habrá serias dificultades para armar el rompecabezas con los restos de lo que fue su estatua, dispergados ahora en el suelo, un destrozo sin ningún miramiento.
Ya no avizorará la llegada y salida de barcos desde su monumento y en su nuevo destino su frustrada vocación marinera se limitará a observar la salida y llegadas de aviones. Insólito desprecio a un noble gesto de los italianos donantes de la estatua.
Subsisten los temores de una represalia del gobierno de Italia, consistente en el traslado forzado, aunque sin destrozos, del monumento de nuestro Gran Capitán al aeropuerto Fiumicino. Estamos esperanzados de que ese sentimiento de venganza no haya calado todavía en los gobernantes italianos.

Silvio Pizarro