lunes, 27 de octubre de 2014

No publicado Abril 2014

Cuando por gracia y merced de la monarca, se tiró una dadivosa limosna del 11% a los jubilados, la explicación de este caritativo y altruísta gesto. fue la textual frase "El Estado está presente y prioriza a nuestros abuelos"
La ironía de esta maligna afirmación tiene los siguientes antecedentes:
1.-La ley para aumentar los haberes mínimos de jubilados al 82% del sueldo básico duró menos de 24 horas: el 14/10/2010 la Presidente Cristina Kirchner anunció en un acto en la Casa de Gobierno que vetó la normativa aprobada por el Congreso con el voto desempate del titular del Senado, Julio Cobos, de quien dijo: "Tenemos un vicepresidente okupa"
El veneno de la venganza contra Cobos se desparramó a los abuelos.

2.- La Administración Nacional de Seguridad Social (Anses) se comprometió ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) de la OEA a no apelar los juicios iniciados por los jubilados por reajuste de haberes. Por orden de la Presidente, no se respetó este compromiso y se continuaron apelando indefinidamente los fallos. No satisfecha con este malicioso comportamiento, ordenó aunque se perdieran las apelaciones, no pagar las órdenes judiciales.
Es criminal la demora de la Anses en pagar los juicios, pues se especula con el fallecimiento de aquéllos que, muchas veces, han esperado largos años para cobrar sus reajustes. Insólita y macabra elucubración propia de mentes enfermizas.

3.- La Presidente adujo su veto a que la ley llevaría al país a la quiebra.
Estuvo claro y evidente que evitó el defasaje de una Caja multimillonaria (Anses) que satisface sus apetitos políticos y personales, y a la cual continúa saqueando sin cortapisas.


4.- No tuvo ningún recato en calificar a "sus abuelos de "buitres y caranchos", con tanto odio y desprecio que pasó por alto que su madre pertenece a esa categoría zoológica.

5.- Su escarnio y estafa sin límites para un 25% del sector de la ciudadanía no tiene escrúpulos ni vallas de contención, ya que toma partido de la condición débil de esta masa social que no vota, no puede hacer huelgas, ni piquetes, en una palabra, son seres descartables.

6.- La limosna arrojada a sus abuelos fue menor a la de septiembre del año pasado, que consistió en el 14,40%, en circunstancias que la inflación era significativamente menor a la actual.

En honor a la brevedad, nos limitamos a sólo seis puntos que desnudan una ironía sin precedentes. Decir que el Estado está presente y prioriza a nuestros abuelos es de un cinismo inverosímil. Y decimos sangrienta porque la ironía no puede jugar con la indigencia y la salud de los ancianos que son venerados en el mundo entero desde épocas pretéritas
Sra. Presidente, de llegar a la vejez, si llega, aceptará un tratamiento similar al que nos está dando? ¿Será un deshecho humano? ¿o inhumano? Dudo que sus neuronas puedan ar respuesta a estas preguntas.